Los labios sufren, a menudo, deshidratación debido a que solemos humedecer continuamente los labios, por padecer una excesiva calefacción o aire frío, por tomar bebidas muy calientes. Incluso, por enfermedades o medicamentos que provocan pérdida de agua en la piel.

Se pueden generar situaciones desagradables, como picor, irritación, aspereza. Tengamos en cuenta que los labios carecen de glándulas sebáceas, de modo que no cuenta con protección de manera natural. En estos casos, los bálsamos o contornos labiales suponen un gran aporte.

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El protocolo diario recomendado comienza desmaquillar los labios de manera meticulosa. Hidrataremos los labios con bálsamos labiales e, incluso, con cremas de contorno de ojos varias veces al día.

Aplicaremos cacao durante el resto de la jornada para protegernos del sol. Usaremos un labial enriquecido con ácido hialurónico o colágeno, el cual pueda dar brillo y volumen y que tenga color.

Haremos una exfoliación semanal con el propósito de eliminar células muertas y los pellejos incómodos.

Un profesional nos realizará una hidratación de labios con ácido hialurónico usando hyaluron pen, dispositivo que profundizará la sustancia activa. El cambio será visible desde la primera sesión. Una sesión semanal durante los próximos treinta días. Luego, un mantenimiento a los quince días y, finalmente, al mes.

El resultado es que conseguiremos unos labios suaves, tersos y jugosos.