Una piel sin manchas se consigue siguiendo un proceso que comienza con la identificación de las manchas en cuestión pues debemos saber si es o no eliminable y cuál es su procedencia.
Hablamos de factores internos, como medicamentos, hormonas, enfermedades o patologías, y de factores externos, como el sol, el viento o el frío.
Las manchas se pueden eliminar o prevenir de diferentes formas. Una mancha solar no saldrá si no nos exponemos al sol o al viento y si usamos los filtros solares correctos.
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El empleo de la cosmética adecuada también combate la aparición de manchas. Existen sustancias activas con acciones específicas que no son aptas para todas las pieles. Un profesional siempre nos aconsejará sobre la mejor opción.
Cada necesidad requiere una tipo de crema específica. La forma de aplicación y la cantidad son muy importantes. Tenemos que saber si se aplica de día o de noche o si ambos ambos casos, debemos tener claro si se trata de una aplicación puntual o si es periódica.
Rascarse la piel o el frote continuado de la misma origina que la piel vaya perdiendo protección, con lo que puede dar lugar a que se vaya oscureciendo progresivamente.
Si nos maquillamos, también debemos desmaquillarnos y, además, hacerlo en el momento correcto, es decir, es muy perjudicial acostarse maquillada y lavarse la cara al día siguiente.
Un protocolo diario de cuidado de la piel es el mejor consejo que podemos seguir para evitar la aparición de manchas.
Desmaquillado riguroso de ojos, labios y la piel, incluido, escote y cuello. Aplicación de crema hidratante con filtro o antioxidantes y, posteriormente, filtro solar. Eliminar este último a media mañana, dejar que el piel excrete y respire y volver a aplicar este filtro solar.
Limpieza profunda por la noche que acabe con todo residuo cosmético del día y todo el sudor grasiento que la piel excreta para eliminar, son toxinas que deben salir de nuestra piel.
La aplicación de nutrientes ricos en vitaminas, aminoácidos y horas de sueño suficientes evitarán que salgan manchas en la piel o que ésta pierda luminosidad.