El plasma pen es una nueva técnica estética que consiste en provocar una microabrasión en la piel, de modo que se retraiga o evapore la piel sobrante. Se realiza con un dispositivo totalmente seguro.

Se trata de una tecnología que se basa en un pequeño arco voltaico que transforma la materia, con lo que da lugar al plasma. De ahí, su nombre.

El plasma pen es superficial y no daña las capas profundas y se utiliza tanto en tratamientos faciales como corporales.

Su utilidad también reside en que combaten manchas, marcas, cicatrices. Es ideal en contorno de ojos y labios y en lo que se conoce como código de barras y patas de gallo.

Su eficacia es tal que se habla de blefaroplastia no quirúrgica. Funciona muy bien en el abdomen, alrededor del ombligo y en cicatrices de cesáreas.

El plasma pen consigue pieles rejuvenecidas en sesiones cortas, de manera que los resultados son inmediatos.

Puede provocar inflamación y enrojecimiento de la zona aunque desaparecen en pocas horas. La piel se curará en un plazo estimado entre cuatro y diez días, dependiendo de la calidad de la piel.

Las costras comenzarán a desaparecer con lo que tendremos una piel más fina y jugosa. Aplicaremos crema regeneran o cicatrizante y habrá que usar factor de protección solar durante meses ya que la piel queda temporalmente desprotegida ante el sol.

El plasma pen también se puede combinar con tratamientos que usen dispositivos como hyaluron pen y dermapen.