La mesoterapia es la introducción de sustancias en la piel y puede clasificarse en mesoterpia médica y estética.

La mesoterapia médica se realiza utilizando una jeringa y una aguja de pequeño tamaño que, mediante múltiples funciones, trata el área. Se trata de un tratamiento que sólo puede aplicar un médico.

La mesoterapia estética la realiza una esteticista a través del dermapen, que es un pequeño aparato que cuenta con un cabezal desechable en la punta, el cual tiene puntas de agujas que no inyectan.

Hablamos de microagujas, que pueden ser de diferentes pines o puntas: nueve, doce o treinta y seis puntas, incluso, las nanoagujas, las cuales son ideales para las pieles muy reactivas.

El producto entra en la profundidad epidérmica a través de microcanales superficiales, de modo que tenemos que tener claro que no se rata de una técnica inyectada.

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La mesoterapia no presenta contraidicaciones más allá de lo habitual, esto es, que sólo hay que tener cuidado con las pieles activas o sensibilizadas o aquellas que veamos frágiles.

Hay que tener cuidado con personas que tomen tratamientos anticoagulantes como la heparina, que tengan excesivos lunares y verrugas, que tengan infecciones en la piel, herpes labial, acné o quemaduras.

Se trata de un tratamiento que llevan acompañadas recomendaciones para casa, como el uso de crema hidratante y con factor de protección solar alto. Debemos evitar la exposición al sol y no acudir a saunas en los primeros días después de realizar la mesoterapia.

Los activos más comunes que se usan con dermapen son el ácido hialurónico, botulopéptidos y elastina.

El dermapen también se utiliza en otras técnicas complementarias, como el BB o el CC glow facial que, además de sustancias activas, llevan incorporada pigmentos que unifican el tono de la piel.

La mesoterapia estética con dermapen se recomienda para tratamientos antienvejecimientos y es muy eficaz para luchar contra las arrugas, manchas, estrías y cicatrices.