El mundo de las uñas es muy amplio y, cada vez más, sigue ganando adeptos porque, además de esmaltarlas, realizamos extensiones de las mismas.
Uno de los productos que más utilizan los profesionales es el gel constructor, cuya densidad nos permite alargar la uña en función del gusto de la clienta.
Se trata de un material muy flexible, lo que le da una gran ventaja frente a otros que también podrían cumplir con la tarea de alargar las uñas.
Pensemos en personas que golpeen con sus dedos en su día a día, como una secretaria que pase un buen número de horas con un teclado de ordenador.
Las uñas de gel también presentan algún inconveniente, como la necesidad de una lámpara UVA o de LED para su correcta curación. No hablamos de secado y sí de curación ya que la exposición de las uñas a la luz de la lámpara provoca una reacción química exotérmica que conlleva el procedimiento del producto y le da la consistencia necesaria a la uña esculpida.
Otro inconveniente es que el calor que desprende la reacción química exotérmica puede generar la sensación de quemazón en la mano de la clienta.
Pese a ello, se trata de una técnica de esculpido de uñas muy versátil de cara al proceso de decoración dichas uñas, aspecto muy valorado por las clientas, las cuales disfrutarán de unas bonitas y con una extensión extra.
Paso a paso para hacer uñas de gel
Comenzamos desinfectando las manos y desmaquillando las uñas. Luego, separaremos la cutícula y desengrasaremos la uña. Procedemos a la colocación del tip o molde.
Aplicamos el primer y, posteriormente, la capa de gel, la cual se secará en la lámpara. Limpiaremos la uña con el líquido final y retiraremos el producto sobrante.
Limamos, pulimos y esmaltamos la uña. Aplicamos el aceite final y listos para lucir unas uñas de gel perfectas.